¿Debe el artista operar desde fuera de la sociedad? ¿Si las funciones de un artista puede ser anticipadas, que sentido tiene la existencia del mismo artista? ¿Esta subyugada la creatividad a un peso institucional que se apoya en el pensamiento teórico de lo que debe y no debe ser un artista? ¿Puede estar esta burbuja teórica servir de otro fin? ¿Hasta que punto puede evolucionar las concepción previa de lo que ha de ser un artista? ¿Puede este marco teórico llegar a ser el mayor aliado del artista para reformular un nuevo sistema de institución? y ¿Hasta que punto el artista tiene que liderar ese cambio en la cultura?
En realción al tema y a propósito de su exposición en el MNCARS propongo la siguiente pintura de Lee Lozano, artista de la vanguardia estadounidense durante los años sesenta y setenta cuyo posicionamiento hacia la crítica y las etiquetas artísticas le valió el rechazo de gran parte del mundo del arte.
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